“Equipos de alto rendimiento”, un concepto con gran importancia a nivel empresarial y que es sinónimo de beneficios, pero, ¿a qué se refieren exactamente estos equipos?

Los equipos de alto rendimiento son aquellos que permiten a las empresas una consecución de objetivos rápida y eficaz, pero resulta fundamental tomar en cuenta ciertas condiciones y necesidades a la hora de formarlos. 

Según el informe de McKinsey, «High-Performing Teams: A Timeless Leadership Topic» aquellas empresas que cuentan con equipos de alto rendimiento tienen alrededor de 400% más probabilidades de exportar altos niveles de satisfacción del cliente. 

Además de causar un impacto significativo en su clientela, acorde al estudio, las empresas con equipos de alto desempeño tienen 400% más de probabilidades de contar con altos niveles de innovación. 

En este punto es probable que te preguntes cuáles son los objetivos que estos equipos pueden tener y a continuación te contaremos al respecto. 

Para qué están diseñados los equipos de alto rendimiento

El objetivo fundamental de estos equipos de alto rendimiento es alcanzar la excelencia en los diferentes ámbitos de la actividad de una empresa.  

Estos equipos se arman con empleados que cuentan con una comprobable y alta capacidad para trabajar en equipo y asumir responsabilidades específicas, sin necesidad de estar siendo monitoreados de manera constante. 

Estos equipos suelen contar con líderes motivadores y que están bastante claros de los objetivos a conseguir, por lo que no se distraen en el camino a conseguirlos.

Pero no todos los miembros de un equipo de alto rendimiento son tan formativos, también son empleados que están comprometidos con la empresa, se sienten altamente identificados y cuentan con una capacidad de adaptación a los cambios. 

Son colaboradores que confían en ellos y en el trabajo de sus compañeros.

En conclusión, es un equipo capacitado que buscará siempre llevar a la empresa por la dirección esperada y correcta. 

Cuáles son algunos beneficios de los equipos de alto rendimiento

  • Mayor productividad: son más eficientes y productivos que los equipos tradicionales, lo que se traduce en un mayor volumen de trabajo y mejores resultados.
  • Mejor calidad del trabajo: Los equipos de alto rendimiento producen trabajo de mayor calidad, con menos errores y defectos.
  • Mayor innovación:  son más propensos a generar ideas nuevas y creativas, lo que les permite ser más competitivos en el mercado.
  • Mayor satisfacción laboral: Los miembros de los equipos de alto rendimiento se sienten más motivados y satisfechos con su trabajo, lo que reduce la rotación de personal.
  • Mejor clima laboral:  crean un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo, lo que mejora la moral y el bienestar de los empleados.

Tenemos claro el concepto y sus beneficios, pero ¿cuáles podrían ser algunas formas de capacitación?

Sin duda, el reskilling y el upskilling entran en juego en este punto.

Ya sea para capacitar al equipo en habilidades que ya conoce pero ampliar su conocimiento y facilitarle más herramientas, cumpliendo la premisa del upskilling, así como para llevar a los trabajadores a través del reskilling o reconversión laboral, brindándoles las herramientas para adquirir nuevas habilidades y conocimientos para pasar de un área de trabajo a otra de forma exitosa.  

En Alkemy contamos con programas de entrenamiento especializados en upskilling y reskilling que se adaptan a la perfección a las necesidades específicas y aspiraciones de la empresa.

Pero existen otras formas de lograr la capacitación de equipos de alto rendimiento, compartimos tres con ustedes 

3 Formas de capacitar equipos de alto rendimiento

1. Fomentar una Cultura de Aprendizaje Continuo

  • Ofrecer oportunidades de formación: Cursos, talleres, seminarios y programas de certificación que permitan a los miembros del equipo actualizar sus conocimientos y adquirir nuevas habilidades, motivadas por el upskilling o reskilling. 
  • Promover el aprendizaje entre pares: Fomentar el intercambio de ideas y experiencias entre los miembros del equipo, creando un ambiente de aprendizaje colaborativo.
  • Celebrar el aprendizaje: Reconocer y celebrar los logros de los miembros del equipo en el desarrollo de sus habilidades.

2. Implementar Programas de Coaching y Mentoring

  • Coaching: Asignar un coach individual a cada miembro del equipo para que le ayude a establecer objetivos, desarrollar estrategias y superar obstáculos.
  • Mentoring: Emparejar a miembros del equipo con experiencia con otros menos experimentados para que les brinden orientación y apoyo.
  • Programas de mentoring grupal: Crear grupos de mentoring donde los miembros del equipo puedan compartir experiencias y aprender unos de otros.

3. Crear un Entorno de Trabajo Propicio

  • Comunicación abierta y transparente: Fomentar una cultura de comunicación abierta y honesta donde los miembros del equipo se sientan cómodos para compartir ideas y opiniones.
  • Confianza y respeto mutuo: Crear un ambiente de trabajo donde los miembros del equipo se sientan valorados y respetados por sus colegas.
  • Autonomía y responsabilidad: Otorgar a los miembros del equipo la autonomía y la responsabilidad para tomar decisiones y realizar su trabajo.

Al implementar estas tres formas de capacitación, las empresas pueden crear equipos de alto rendimiento que sean más productivos, innovadores y adaptables a los cambios.

Algunos consejos adicionales a la hora de hacer esta capacitación

  • Identificar las necesidades de capacitación del equipo: Es importante realizar una evaluación para determinar las áreas en las que el equipo necesita mejorar.
  • Personalizar la capacitación: Adaptar los programas de capacitación a las necesidades específicas del equipo y de los miembros individuales.
  • Medir el impacto de la capacitación: Evaluar el impacto de la capacitación en el desempeño del equipo y en el logro de los objetivos.

Invertir en la capacitación del equipo es una inversión en el futuro de la empresa.

Al crear equipos de alto rendimiento, las empresas pueden aumentar su productividad, competitividad y rentabilidad. Si esos son los objetivos, ¡no hay tiempo que perder!